martes, 29 de abril de 2008
TEO_esther maestre_grupo 1_anécdota_¿confusión?
Ya no me acordaba de ti Esther...
No obstante, me has sorprendido gratamente. Recuerdo que en clase te pusiste mucho más nerviosa. Parece ser que no le tienes miedo a la cámara... eso que tienes ganado.
Eso sí, no podía ser todo perfecto. La anécdota tiene que durar como mínimo 3 minutos y tú estás dos. Así que ya sabes...
Otra cosa: el final está mejor así pero coño, me he quedado con las ganas de que te recrearas un poco más con la parte en la que te encuentras de nuevo con los travestis policías. Lo de quien ríe el último ríe mejor lo puedes cambiar por algo más gracioso, una moraleja más ocurrente. De esta forma estaría genial.
Te felicito pero te digo que si no vienes a clase el resto del curso lo vas a tener "jodío". Desde que contaste la anécdota no se te ha visto el pelo.
bueno después de la bronca me despido :(
saude
Jon
TEO_eneidachanca_grupo1_monologo_losaeropuertos
No has utilizado nada del monólogo "Los Aereopuertos" de Luismi?
un saludo,
Jon
TEO_Rebeca Martín Ortega_Grupo1_Anécdota_Maruja en el metro
Bien, pero fíjate en que momento (tiempo) del discurso introduces el detonante de la historia. Reflexiona sobre ello y me lo cuentas en clase.
Un saludo,
Jon
domingo, 27 de abril de 2008
TEO_Rebeca Robledo_Grupo 2_Tomas "falsas"
TOMAS FALSAS AL PODER!
MUY BUENA IDEA.
ANIMO A TODO EL MUNDO A QUE SE ANIME CON LAS TOMAS FALSAS.
Esos sí he echado de menos escuchar algo más los momentos en los que te equivocabas. Pero bueno, ha sido unas risas.
un saludo,
Jon
jueves, 24 de abril de 2008
miércoles, 23 de abril de 2008
TEO_Alfredo Sánchez Álvarez_Grupo 1_Anécdota
Bueno bueno bueno,
noche de desamor en París.
Está bien... pero.
1. Puedes contar la misma historia en 4 minutos en vez de 8.
2. El contra-clímax está bien pero resulta poco verosímil. Puedes mantenerlo retocándolo un poco. Intenta respetar un poquito más al colectivo gay también.
el lunes hablamos sobre cómo podemos mejorarla.
un saludo,
Jon
TEO_Alfredo Sánchez Álvarez_Grupo 1_Videoficha
Hola McClane,
Pues evidentemente sí que cuenta el hecho de memorizar las citas. Sobre todo por el hecho de las puedas utilizar en algún momento que lo creas oportuno,
no seas bajuno,
no es tu mala memoria,
tu letras y tu rap te delatan,
así que menos toque de bowlings
y más horchata
un saludo,
Jon
domingo, 20 de abril de 2008
TEO_anagonzález_grupo1_monólogo_vaya sociedad
Hola Ana,
te felicito por haberte animado a escribir tu propio monólogo. El actio y la elocutio los resuelves correctamente.
Eso sí, dura 1'45'' y el mínimo son 3 minutos... Y aunque el tema está muy bien escogido he echado en falta un poquito más de picardía en los chistes.
Te invito a que sigas trabajando en ello. Te prometo que vas a salir de mis clases hecha una monologuera.
Ánimo y me alegro de que me hayas hecho caso.
un saludo,
Jon
jueves, 17 de abril de 2008
miércoles, 16 de abril de 2008
TEO_Ana Vallejo_Grupo 1_Monólogo_Los Domingueros
«También te mando en un documento adjunto el monólogo escrito. El párrafo que hay en negrita es el que he cogido del monólogo de Joaquín Reyes, titulado "El Campo". Este es la página web donde vi su monólogo:
http://www.basurablog.es/blog/2007/11/14/monologo-de-joaquin-reyes-el-campo/»
Todos, alguna vez en la vida, hemos sido domingueros. ¿Que en qué consiste ser dominguero? Pues los domingueros son las personas que acostumbran a divertirse yendo al campo los domingos y los días de fiesta.
Y yo también he sido dominguera.
Os voy a explicar qué es el campo para mí, para que lo entendáis. El campo es un sitio donde vas a pasarlo mal para luego contarlo.
Como cuando le preguntas a una pareja de amigos: - Oye, que tal el finde de acampada? Y la novia te cuenta angustiada: “– Madre mía, si nos perdimos y tardamos 3 horas andando en llegar al camping!!! Y montamos la tienda de campaña encima de unas ortigas. Nos metimos dentro, nos picaba todo, no sabíamos lo k era. Desmontamos la tienda, la pusimos, la volvimos a quitar, la volvimos a montar… nos dieron las tantas!!! Y luego cuando estábamos dentro, Jose, que había bebido agua del riachuelo, se fue de vareta y se cagó en el saco”. Y dices tú: Qué putada no haber podido ir con vosotros!!!!
Y es que el campo es así, primero no cagas y luego no sabes por qué, pero te entra diarrea. Por cierto, diarrea, qué palabra tan bonita; es que suena a lo que es PUUURRRFFFF (hacer pedorreta).
En la vida de todo ser humano, llega ese día tan temido; el día en el que te obligan a ser dominguero. Cuando tus padres te dicen: Cariño, este domingo nos vamos de acampada, que apenas pasas tiempo con la familia!!!
¿Y ahora qué digo yo? Joder, cómo voy a salir de esta!!!! Pues empiezas a inventarte todo tipo de excusas: que tienes un examen la semana k viene y tienes k estudiar; k tienes que hacer un trabajo a muerte ese finde; k estás malo,… Pero que no cuela.
En fin, que no se escapa ni Dios de ir al campo.
Pues comienza esa maravillosa jornada en el campo.
Lo 1º es buscar un sitio adecuado donde acampar; bueno, mejor dicho donde montar el chiringuito cutre diseñado por mi padre, formado por nuestra furgoneta y un trozo de toldo que se supone que nos protegerá del sol. Pero mi padre no tiene en cuenta el movimiento del sol y al final acaba dándonos el sol en la jeta todo el día.
No te explicas como, pero siempre todos los bichos de la zona (el escarabajo pelotero, saltamontes, mantis venenosa…) van a parar a tu cuerpo y a los demás ni siquiera les rozan.
Lo que más me fascina de las cosas que hemos traído en la furgoneta, es el completo botiquín preparado por mi madre. Hay de todo, desde la típica agua oxigenada, pasando por ibuprofeno, gelocatil, espidifen, loción antimosquitos, pomada para quemaduras, reflex. … hasta las vendas, esparadrapo, tiritas, tijeras… ¡Hasta tiene viagra!
- Pero mamá, por qué te traes todas estas cosas? - Por si acaso hija, k nunca se sabe lo k puede pasar.
Para hacer acampada es indispensable una buena hoguera. El fuego, elemento esencial. Sí, sí, un gran hallazgo por nuestros antepasados, pero que también te jode un rato. La típica fogata, que aunque no hace viento, el humo va a su bola y te persigue. Tú cambiándote de sitio constantemente, que parece que estás jugando al corro de la patata con la hoguera. Y el humo que sigue persiguiéndote, en la misma dirección que vas tú. Y llorando a chorros, sin poder abrir los ojos, va el listo de turno y dice que el humo va a los ojos bonitos.
Y en ese momento lo miras con cara de asesino y piensas: No te preocupes hombre, domingueros seremos, y en el caminito nos encontraremos.
El momento de la comida. El momentazo que todos esperamos, no sé por qué, pero en el campo se tiene más apetito, más ganas de comer.
Aquí entra en juego el típico “sujeto” que llega diciendo que sabe cocina mejor que Arguiñano y que al final jode la comida. Pues ese es mi padre.
En mi casa no toca ni el microondas, y luego en el campo se pone su delantal y quiere encargarse de la barbacoa. Claro, y al final lo que resulta de este experimento no es carne asada, sino puro carbón chamuscado.
Pero como buen dominguero os explico el vestuario que lleva mi padre: La típica gorra de propaganda, en este caso de Caja rural; también la típica camiseta de propaganda que se remanga las mangas; el pantalón de explorador con infinidad de bolsillos que no sabes para qué sirven, sus calcetines blancos enrollados y sus botas de montaña.
Preparamos la mesa, una mesa plegable del año Maricastaña de la que mi madre no se quiere deshacer. Pero bueno, no vamos a darle un disgusto a la mujer. Pues la colocamos en un sitio aparentemente llano, pero no os engañéis, que en el campo ¡¡¡no hay nada llano!!! Y ahora viene lo sublime, la vajilla para este día tan especial: Un juego de platos, vasos y cubiertos de plástico, y además, de colorines. Los hay rojos, azules, verdes y amarillos. Parecen sacados de la típica cocinita de juguete que nos traían los reyes a las niñas cuando éramos pequeñas!! El tenedor que no pincha, el cuchillo que no corta, el plato donde cabe un solo filete chamuscado… ¡Qué desastre!
Sentados a la mesa y con la comida servida, viene un pajito seco acompañado de una hormiguita y se cae en mi plato, qué casualidad. ¡Lo que me faltaba! Por más que busco y rebusco en el plato, no encuentro ni el pajito seco ni la hormiguita. ¡¡Me niego a comerme eso!! Y ahí las madres, que tanto saben de nutrición, dicen: ¡¡Lo que no mata engorda!!
Lo más curioso es que en el campo, a todos nos da por pensar cosas raras ensalzando a la naturaleza, como: “Hay que ver qué bien se está aquí, sin luz, sin agua, sin atascos, sin estrés, sin móvil… ¡SIN NADAAA!
Pero hay un momento que para mi resulta un infierno. Cuando te estás meando.
Para los tíos es muy fácil, se ponen detrás de un árbol cualquiera, se desahogan y listo.
Pero para nosotras no es tan fácil. Primero tenemos que andar 2 kilómetros al norte en busca de un arbusto o matorral perfecto que nos tape completamente. Nos bajamos los pantalones y la ropa interior; y ahora viene el ejercicio de flexibilidad propio de un contorsionista: Ponerse en cuclillas y sujetarse la ropa y abrir las piernas y esquivar el charquito para no mojarte los pies. Y ahora, por si fuera poco, encima te entra diarrea. ¿Y con qué me limpio yo ahora? Claro, tú no te esperabas que te entrara diarrea así porque sí. Pues bien, menos mal que está el río cerca y coges un canto rodado para limpiarte, porque si fuera piedra caliza… tu culo terminaría teniendo más de una raja.
¡¡¡Eso sí, da a gracias a dios de que no te roce por detrás, en todo el culo, una aparente e inofensiva plantita y te provoque un sarpullido que flipas!!! No os preocupéis chicas, en ese momento de trance producido por los incesantes picores, recordamos el botiquín de mamá. Pero tampoco os emocionéis mucho, que en el botiquín hay de todo, ¡¡¡de todo menos una pomada para el sarpullido!!!!
¡¡Si es que el campo es para los hippies!!
Y al final del día, estás harto de ser dominguero, harto de tanto aire limpio y puro, harto de tanta naturaleza…. Paradójicamente, estás deseando llegar a la ciudad, con su estrés, su contaminación, su ruido…
http://www.basurablog.es/blog/2007/11/14/monologo-de-joaquin-reyes-el-campo/»
Todos, alguna vez en la vida, hemos sido domingueros. ¿Que en qué consiste ser dominguero? Pues los domingueros son las personas que acostumbran a divertirse yendo al campo los domingos y los días de fiesta.
Y yo también he sido dominguera.
Os voy a explicar qué es el campo para mí, para que lo entendáis. El campo es un sitio donde vas a pasarlo mal para luego contarlo.
Como cuando le preguntas a una pareja de amigos: - Oye, que tal el finde de acampada? Y la novia te cuenta angustiada: “– Madre mía, si nos perdimos y tardamos 3 horas andando en llegar al camping!!! Y montamos la tienda de campaña encima de unas ortigas. Nos metimos dentro, nos picaba todo, no sabíamos lo k era. Desmontamos la tienda, la pusimos, la volvimos a quitar, la volvimos a montar… nos dieron las tantas!!! Y luego cuando estábamos dentro, Jose, que había bebido agua del riachuelo, se fue de vareta y se cagó en el saco”. Y dices tú: Qué putada no haber podido ir con vosotros!!!!
Y es que el campo es así, primero no cagas y luego no sabes por qué, pero te entra diarrea. Por cierto, diarrea, qué palabra tan bonita; es que suena a lo que es PUUURRRFFFF (hacer pedorreta).
En la vida de todo ser humano, llega ese día tan temido; el día en el que te obligan a ser dominguero. Cuando tus padres te dicen: Cariño, este domingo nos vamos de acampada, que apenas pasas tiempo con la familia!!!
¿Y ahora qué digo yo? Joder, cómo voy a salir de esta!!!! Pues empiezas a inventarte todo tipo de excusas: que tienes un examen la semana k viene y tienes k estudiar; k tienes que hacer un trabajo a muerte ese finde; k estás malo,… Pero que no cuela.
En fin, que no se escapa ni Dios de ir al campo.
Pues comienza esa maravillosa jornada en el campo.
Lo 1º es buscar un sitio adecuado donde acampar; bueno, mejor dicho donde montar el chiringuito cutre diseñado por mi padre, formado por nuestra furgoneta y un trozo de toldo que se supone que nos protegerá del sol. Pero mi padre no tiene en cuenta el movimiento del sol y al final acaba dándonos el sol en la jeta todo el día.
No te explicas como, pero siempre todos los bichos de la zona (el escarabajo pelotero, saltamontes, mantis venenosa…) van a parar a tu cuerpo y a los demás ni siquiera les rozan.
Lo que más me fascina de las cosas que hemos traído en la furgoneta, es el completo botiquín preparado por mi madre. Hay de todo, desde la típica agua oxigenada, pasando por ibuprofeno, gelocatil, espidifen, loción antimosquitos, pomada para quemaduras, reflex. … hasta las vendas, esparadrapo, tiritas, tijeras… ¡Hasta tiene viagra!
- Pero mamá, por qué te traes todas estas cosas? - Por si acaso hija, k nunca se sabe lo k puede pasar.
Para hacer acampada es indispensable una buena hoguera. El fuego, elemento esencial. Sí, sí, un gran hallazgo por nuestros antepasados, pero que también te jode un rato. La típica fogata, que aunque no hace viento, el humo va a su bola y te persigue. Tú cambiándote de sitio constantemente, que parece que estás jugando al corro de la patata con la hoguera. Y el humo que sigue persiguiéndote, en la misma dirección que vas tú. Y llorando a chorros, sin poder abrir los ojos, va el listo de turno y dice que el humo va a los ojos bonitos.
Y en ese momento lo miras con cara de asesino y piensas: No te preocupes hombre, domingueros seremos, y en el caminito nos encontraremos.
El momento de la comida. El momentazo que todos esperamos, no sé por qué, pero en el campo se tiene más apetito, más ganas de comer.
Aquí entra en juego el típico “sujeto” que llega diciendo que sabe cocina mejor que Arguiñano y que al final jode la comida. Pues ese es mi padre.
En mi casa no toca ni el microondas, y luego en el campo se pone su delantal y quiere encargarse de la barbacoa. Claro, y al final lo que resulta de este experimento no es carne asada, sino puro carbón chamuscado.
Pero como buen dominguero os explico el vestuario que lleva mi padre: La típica gorra de propaganda, en este caso de Caja rural; también la típica camiseta de propaganda que se remanga las mangas; el pantalón de explorador con infinidad de bolsillos que no sabes para qué sirven, sus calcetines blancos enrollados y sus botas de montaña.
Preparamos la mesa, una mesa plegable del año Maricastaña de la que mi madre no se quiere deshacer. Pero bueno, no vamos a darle un disgusto a la mujer. Pues la colocamos en un sitio aparentemente llano, pero no os engañéis, que en el campo ¡¡¡no hay nada llano!!! Y ahora viene lo sublime, la vajilla para este día tan especial: Un juego de platos, vasos y cubiertos de plástico, y además, de colorines. Los hay rojos, azules, verdes y amarillos. Parecen sacados de la típica cocinita de juguete que nos traían los reyes a las niñas cuando éramos pequeñas!! El tenedor que no pincha, el cuchillo que no corta, el plato donde cabe un solo filete chamuscado… ¡Qué desastre!
Sentados a la mesa y con la comida servida, viene un pajito seco acompañado de una hormiguita y se cae en mi plato, qué casualidad. ¡Lo que me faltaba! Por más que busco y rebusco en el plato, no encuentro ni el pajito seco ni la hormiguita. ¡¡Me niego a comerme eso!! Y ahí las madres, que tanto saben de nutrición, dicen: ¡¡Lo que no mata engorda!!
Lo más curioso es que en el campo, a todos nos da por pensar cosas raras ensalzando a la naturaleza, como: “Hay que ver qué bien se está aquí, sin luz, sin agua, sin atascos, sin estrés, sin móvil… ¡SIN NADAAA!
Pero hay un momento que para mi resulta un infierno. Cuando te estás meando.
Para los tíos es muy fácil, se ponen detrás de un árbol cualquiera, se desahogan y listo.
Pero para nosotras no es tan fácil. Primero tenemos que andar 2 kilómetros al norte en busca de un arbusto o matorral perfecto que nos tape completamente. Nos bajamos los pantalones y la ropa interior; y ahora viene el ejercicio de flexibilidad propio de un contorsionista: Ponerse en cuclillas y sujetarse la ropa y abrir las piernas y esquivar el charquito para no mojarte los pies. Y ahora, por si fuera poco, encima te entra diarrea. ¿Y con qué me limpio yo ahora? Claro, tú no te esperabas que te entrara diarrea así porque sí. Pues bien, menos mal que está el río cerca y coges un canto rodado para limpiarte, porque si fuera piedra caliza… tu culo terminaría teniendo más de una raja.
¡¡¡Eso sí, da a gracias a dios de que no te roce por detrás, en todo el culo, una aparente e inofensiva plantita y te provoque un sarpullido que flipas!!! No os preocupéis chicas, en ese momento de trance producido por los incesantes picores, recordamos el botiquín de mamá. Pero tampoco os emocionéis mucho, que en el botiquín hay de todo, ¡¡¡de todo menos una pomada para el sarpullido!!!!
¡¡Si es que el campo es para los hippies!!
Y al final del día, estás harto de ser dominguero, harto de tanto aire limpio y puro, harto de tanta naturaleza…. Paradójicamente, estás deseando llegar a la ciudad, con su estrés, su contaminación, su ruido…
TEO_Leticia Vitalla_Grupo2_ anécdota_El lomo
Me ha encantado.
La historia no tiene mucho pero me ha enganchado cómo la cuentas.
Felicidades,
Jon
sábado, 12 de abril de 2008
TEO_Rebeca Robledo_Grupo 2_Monólogo_Amigos y Animales
Mu bien Rebeca,
eso sí, se puede mejorar un montón. Espero impaciente tus nuevas ideas...
Jon
TEO_Rebeca Robedo_Grupo 2_Anécdota corregida
A esto se le llama clavar los 3 minutos!
Mucho mejor, has conseguido imprimir el ritmo necesario a una anécdota que se basa en una consecución de calamidades.
No obstante,el lunes te comentaré algunas cositas sobre el final.
Great job!
Jon
jueves, 10 de abril de 2008
TEO_Marina Ruiz_grupo 1_anécdota
Hola Marina,
has modificado el final. Pero no respetas la estructura de cerramiento. Recuerda que debes retomar un elemento del principio de la historia para acabar con él.
Debes mejorar la INVENTIO para dar con algo que te permita cerrar la historia en la DISPOSITIO.
Ánimo,
Jon
TEO_Rebeca Robledo_Anécdota_Viaje a Sevilla
Hola Rebeca,
Tú misma te has dado cuenta y eso es un síntoma positivo.
Deberías ser capaz de contar la historia en 4 minutos como mucho muchísimo. Ten cuidado, a veces utilizas la segunda persona propia del monólogo.
Ánimo,
Jon
miércoles, 9 de abril de 2008
TEO_Elena Martín_grupo 1_monólogo_mentiras
Hola Elena,
bien porque has controlado el tema del tiempo. Se nota que te has ceñido al guión que escribiste.
He echado un poco en falta un poco más de teatralidad. Hace falta que acompañes los chistes con el cuerpo, la expresión facial, y el tono de voz. Lo puedes hacer mucho mucho mejor.
Ánimo,
Jon
PD: una cuestión técnica: coloca la cámara en un lugar diferente para evitar el contraluz de la ventana.
martes, 8 de abril de 2008
TEO_Irene Hernández_Grupo 1_Anécdota_La rueda
Bueno,
Está bien. Mucho mucho mejor que la que hiciste en clase.
1. Debes tener cuidado con dilatar demasiado las explicaciones y las situaciones. Tu historia se puede contar en 3 minutos.
2. He alucinado con tu comentario del Peruano panchito que habla ecuatoriano. No te lo tomes mal pero evita ese estilo en el futuro por respeto a los peruanos, a los ecuatorianos y a los ¿panchitos?
Me ha gustado el final. Podías haber prescindido del diseño gráfico. Lo importante es que he visto que has entendido el concepto de contraclímax.
un saludo,
Jon
PD: comunicas tanto corporalmente que se puede mutear la anécdota y sigue teniendo cierto interés.
TEO_Elena Peña Tardon_grupo 1_monologo_cena de fin de curso
Elena, Elena, Elena,
vas al día con todo y te esfuerzas. Y sabes que eso es lo que más valoro.
Pero
1. Coincidirás conmigo en que a penas has cambiado los chistes (INVENTIO)
2. Tu interpretación es muy lineal (ACTIO).
3. Has intentado corregir el final con las fotos del principio pero no has acabado de cerrarlo (DISPOSITIO).
Te voy a pedir un esfuerzo. Sé que te va a costar pero quiero que te sueltes la melena. Que te muevas que te acerques y te alejes de la cámara, que pongas caras. Cambia un poco el guión también. Piensa en utilizar la ironía y la hipérbole.
Ánimo Elena!
Jon
TEO_Ana Vallejo_Grupo 1_Videoficha
Hola Ana,
espero que si el lunes te pregunto las citas te las sepas de memoria.
Me ha gustado esta reflexión tuya:
"La única parte totalmente libre que tenemos de nuestro cuerpo es nuestra mente; nadie puede penetrarla" ;-)
un saludo,
Jon
domingo, 6 de abril de 2008
TEO_Clara Isabel Blanco Cofreces_ grupo 1_ la anécdota
Hola Clara,
varias cositas:
1. Utilizas en exceso el estilo directo y la segunda persona (características propias de la ELOCUTIO de un MONÓLOGO y no de una ANÉCDOTA).
2. Debes corregir el uso de los pronombres: "Que me le cojan (el móvil)" es que me LO cojan. "y yo diciéndolas (a ellas)" es y yo diciéndoLES.
3. Has alargado en exceso el planteamiento de la historia (hasta los 4 minutos no pasa nada).
4. Veo que has hecho un esfuerzo por mejorar el final a nivel de la DISPOSITIO. Me ha gustado que te encontraras al ratón en la barra de pan. Pero luego te lías con el tema de la camada. Como idea es buena, me ha sorprendido. Pero lo de que están en el sofá cuando llega tu compañero de piso queda como un pegote. Imagínate que los encuentras una mañana en el cajón donde guardas la ropa interior. ¡Eso sí sería un buen contraclímax!
5. Al final te has hecho la picha un lío. Has dicho literalmente:"RESULTA SER QUE CUANDO EL RATÓN SE HABÍA ESCAPADO HABÍA DADO A LUZ A 5 CRÍAS Y LAS CRÍAS LAS TENÍAMOS EN EL RATÓN..."
Así que debes ser capaz de contar la historia en 3 minutos y modificar el final.
Por lo demás bien :)
Ánimo,
Jon
jueves, 3 de abril de 2008
TEO_Elena Martin_grupo1_anécdota corregida_7 en el ascensor
Muy bien Elena!
Una cosita. En cuanto a la DISPOSITIO ahora sí que tu historia tiene estructura de anécdota. Pero el problema que le veo es que tardas 6 minutos en contar algo que podrías hacerlo en 3.
Quiero que vuelvas a ver tu video y que reflexiones sobre las cosas que dices y que quitarías para dar más ritmo a la trama.
un saludo,
Jon
TEO_Laura Lopez_grupo1_anedota_"Noche en la playa"
Muy bien pero qué pena ese final con la multa. Si te fijas la intensidad de la historia cae en picado.
Podrías arreglarla empezando con la importancia que tiene dormir con un pijama bonito porque al final dices que el guardia civil os perdona sólo porque le ha gustado el pijama de vuestra amiga.
Qué pena ese final... ;)
un saludo,
Jon
TEO_Gema Sánchez_Grupo 1_Anécdota
Gema, Gema, Gema,
Sé que no te tengo que decir nada. Porque ya sabes lo que te voy a decir, ¿verdad?
Tu historia sigue teniendo el mismo problema que cuando la expusiste en clase. Ni la pobre familia ni Brad Pit han solucionado la falta de intensidad.
Déjame pensar...
Puedes empezar diciendo: os voy a contar la historia de porque mi culo era uno de los más temidos del instituto. No porque fuera grande sino porque estuvo a punto de acabar con la vida de un profesor.
A ti te gustaba el profe de educación física con el que fuisteis de excursión. Cuando estás apunto de llegar al final ves que el profe se ha fijado en que estás en peligro e intenta frenarte para que no te hagas daño. (Ahora es cuando describes en cámara lenta el choque, la cara del profe...)
Al final te chocas con él. Se te van abriendo los esquís y le arrollas con las piernas abiertas. Él acaba boca arriba con la cabeza hundida en la nieve y tu culo está literalmente encima de su boca por lo que no puede respirar. Como estás aturdida no te das cuenta hasta que ves a la gente gesticular y gritar: ¡levanta, levanta! El profesor movía las manos como diciendo: Socorro Socorro! Tu no podías levantarte porque los esquís no te dejaban. Puedes decir que tus amigas te ayudaron y que el profesor consigue respirar al fin pero que su cara estaba un poco morada. Al final dices algo así como: quién me iba a decir a mi que iba a acabar el día en esa postura tan comprometida con el profesor que me gustaba (pobrecillo) y que a partir de ese día mi culo se hizo famoso en el instituto por eso.
Ahora sí que hay anécdota ;)
un saludo,
Jon
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